Cuál es la percepción del entorno económico en México.

RRC/CDMX: La percepción del entorno económico en México para 2025 es predominantemente cautelosa, marcada por una combinación de desafíos estructurales, incertidumbre externa y oportunidades limitadas para un crecimiento robusto. A continuación, les resumo los puntos clave basados en la información disponible:

  1. Desaceleración Económica: La economía mexicana enfrenta un panorama de estancamiento, con proyecciones de crecimiento del PIB para 2025 que oscilan entre 0.2% y 1.5%, según diversas fuentes como el Banco Mundial (1.8% para 2027, pero menor en 2025), el Fondo Monetario Internacional (1.5%), y analistas privados como Citi (0.2%). Estas cifras reflejan una marcada ralentización frente al 3.4% estimado para 2023 y el 1.4% para 2024. Factores como la desaceleración de la economía estadounidense, principal socio comercial de México, y las políticas comerciales proteccionistas, como los aranceles propuestos por Donald Trump, contribuyen a esta percepción negativa.
  2. Incertidumbre y Factores Externos: La revisión del T-MEC en 2025 y las políticas comerciales de Estados Unidos generan incertidumbre, especialmente en sectores clave como la manufactura y las exportaciones. La percepción de inseguridad jurídica, exacerbada por reformas constitucionales recientes y la elección del Poder Judicial en 2025, desalienta la inversión extranjera directa (IED), que se ha estancado en nuevas entradas y se limita a reinversiones.
  3. Inseguridad y Desafíos Internos: La inseguridad sigue siendo una preocupación central, con encuestas como #DataCoparmex indicando que uno de cada dos empresarios ha sido víctima de algún delito, lo que impacta la actividad productiva y la confianza para invertir. La informalidad laboral, que afecta al 54% de los trabajadores, limita el crecimiento inclusivo y el acceso a recursos formales, afectando la competitividad.
  4. Oportunidades y Fortalezas: A pesar de los retos, México mantiene ventajas competitivas, como su posición como principal socio comercial de Estados Unidos y el potencial del nearshoring. Sin embargo, aprovechar estas oportunidades requiere fortalecer la seguridad, la certeza jurídica y el apoyo a las PYMES, que representan el 98% de las empresas del país. El «Plan México» del gobierno busca impulsar la sustitución de importaciones asiáticas, pero su éxito depende de una mayor inversión en infraestructura y políticas que fomenten la formalización económica.
  5. Inflación y Política Monetaria: La inflación se mantiene como una preocupación, con proyecciones para 2025 cercanas al 4%, por encima de la meta del Banco de México (3%). Factores como la depreciación del peso, la sequía en el sector agropecuario y el aumento del salario mínimo sin mejoras en productividad presionan los precios. Se espera que el Banco de México continúe reduciendo la tasa de interés, posiblemente hasta 8.5% a finales de 2025, para estimular la economía, aunque con cautela debido a los riesgos externos.
  6. Confianza Empresarial y Consumo: La confianza empresarial muestra una ligera desaceleración, aunque permanece en niveles de relativo optimismo. Sin embargo, el consumo privado y la inversión fija bruta exhiben signos de debilitamiento, con una caída del 4.5% en la inversión en construcción no residencial en octubre de 2024. La percepción en redes sociales refleja pesimismo, con comentarios sobre un deterioro en el mercado laboral y advertencias de una posible recesión.

En resumen, la percepción del entorno económico en México para 2025 es de preocupación por la desaceleración, la inseguridad y la incertidumbre política y comercial, aunque con oportunidades en el comercio internacional y el nearshoring si se abordan los desafíos estructurales. La economía enfrenta un año de consolidación con riesgos a la baja, pero con potencial para un desarrollo más inclusivo si se implementan políticas efectivas.

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